EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA Y CONVIVENCIA INTERGENERACIONAL

En las reducidas sociedades del bienestar actuales, en las que las personas se ven arropadas en sus vidas por numerosos servicios y recursos públicos, se están viendo situaciones de edadismo que afectan tanto a personas mayores como a los jóvenes que tratan de abrirse paso para participar activamente en la vida social y económica. En estas sociedades, al tiempo que se acrecienta la esperanza de vida para los que salen de los mercados laborales, se viven situaciones de frustración y desconfianza en el futuro para los que tratan de empezar sus vidas activas y sus proyectos más personales.

Consecuencia de todo ello es la proliferación de análisis y propuestas para evitar que los mayores se sientan discriminados y que se les vea sin grandes posibilidades de seguir participando en la vida social, a la par que se buscan caminos para que las generaciones jóvenes encuentren vías que les estimulen para afrontar el ser los protagonistas de sus diferentes futuros sociales, económicos y vitales.

De ahí que en esta nueva sesión se trate de evaluar, desde una perspectiva más demográfica, las diferencias y convergencias entre generaciones. Y asociarlas a las relaciones, incluido el cuidado, así como a los bienestares y malestares que estos grupos de edad experimentan a diario. Que requieren, cada cual a su modo, de sus esfuerzos personales para sortear soledades, deterioros cognitivos, desalientos y carencias de los apoyos sociales imprescindibles. Que les permitan seguir participando y construyendo el bienestar colectivo.

Tras lo cual, y a fin de enmarcarlo adecuadamente, es preciso tener una visión macroeconómica de estas relaciones intergeneracionales, resaltando especialmente las diferencias de rentas, los riesgos de pobreza y precariedad, así como las diferencias ante la recepción y redistribución de las ayudas públicas. Que faciliten el que todos puedan mantener las ilusiones vitales con que afrontar sus diferentes expectativas para el futuro.