LA UNIÓN EUROPEA EN EL DESORDEN GLOBAL

En el actual panorama geopolítico internacional, caracterizado por la incertidumbre, múltiples crisis y una creciente rivalidad entre potencias, la Unión Europea busca consolidarse como un actor global relevante, defendiendo sus intereses y valores. Sin embargo, la preocupante inestabilidad en sus vecindades plantea un desafío considerable. El conflicto en Ucrania, que se cronifica en el tiempo, y la terrible crisis humanitaria en Gaza han generado un debate sobre la creciente percepción de irrelevancia de la UE en el escenario mundial. Es urgente repensar las estrategias para revertir esta pérdida de influencia política global.

Además de los desafíos externos, la Unión Europea enfrenta acuciantes retos internos, que van desde cuestiones económicas y sociales hasta institucionales. Es fundamental abordar la pérdida de productividad y competitividad frente a potencias como China y Estados Unidos, así como enfrentar el desafío tecnológico y llevar a cabo planes de descarbonización, a la vez que se atiende el malestar en el campo europeo. La UE también debe gestionar la migración, avanzar en el proceso de ampliación, mejorar la gobernanza interna y fortalecer la democracia en su seno. Además, es vital impulsar la autonomía estratégica y la defensa europea, entre otras muchas cuestiones.

El 9 de junio de 2024, los ciudadanos de la UE están convocados a las urnas para unas elecciones cruciales. El resultado, que podría suponer un significativo avance de formaciones de ultraderecha, determinará la hoja de ruta y la capacidad de acción de la próxima legislatura. El horizonte europeo se presenta complejo a todos los niveles, por lo que resulta más necesario que nunca reflexionar y compartir propuestas.