LA UNIÓN EUROPEA FRENTE A SUS DILEMAS INTERNOS

En el actual orden global, caracterizado por la incertidumbre, múltiples crisis y la lucha de poder entre potencias, la Unión Europea debe plantar cara a desafíos internos acuciantes. Será fundamental actualizar el mercado único y reforzar la competitividad europea en un mundo con una globalización ralentizada, crecientes rivalidades y tentaciones proteccionistas. Este contexto nos invita a seguir de cerca los informes encargados a Enrico Letta y Mario Draghi, que marcarán en gran medida el rumbo de la nueva legislatura, la cual comienza con una economía alemana en apuros. Una estrategia de reindustrialización europea, fuertemente vinculada con el desafío tecnológico y las políticas verdes, deberá conjugar inevitablemente los objetivos de competitividad con los de descarbonización.

La UE debe avanzar también en la implementación del recientemente acordado Pacto de Migración y Asilo, no exento de críticas y cuya puesta en marcha no augura un camino fácil. El relanzamiento de la ampliación también está en el horizonte, impulsado por el imperativo geopolítico derivado de la invasión rusa de Ucrania, pero que también plantea numerosos dilemas sobre los beneficios y costes de la adhesión de nuevos miembros.

Todo esto sin olvidar las asignaturas pendientes de la política social europea en tiempos de incertidumbre económica, la necesidad de abordar el reto demográfico, el fortalecimiento del Estado de derecho y los valores democráticos el seno de la Unión, así como hacer de la autonomía estratégica una realidad factible.

Del 6 al 9 de junio de 2024, los ciudadanos de la UE están convocados a las urnas para unas elecciones cruciales. El resultado determinará la hoja de ruta y la capacidad de acción de la próxima legislatura. El futuro europeo se presenta complejo a todos los niveles, por lo que resulta más necesario que nunca reflexionar y compartir propuestas.