LA BÚSQUEDA DE NUEVOS PARADIGMAS

Al retomar las sesiones del Ciclo Envejecimiento y Desarrollo Humano conviene recordar los dos debates últimos, que se dedicaron a Los nuevos paradigmas y Envejecimiento y participación, respectivamente. En ambos se resaltó la necesidad de propiciar el desarrollo de nuevos modelos para el envejecimiento en las sociedades avanzadas. Modelos que deben transcender lo limitado y reduccionista que puede resultar el acotar la participación de las personas mayores a su potencial continuidad en los mercados laborales. O a su papel en la denominada silver economy para contribuir, con ello, al desarrollo de actividades económicas. En ambas se puso de manifiesto la necesidad de encontrar vías para que cada persona pueda decidir cómo quiere envejecer, afirmando, así, su libertad y personalidad, sin tener que amoldarse a patrones previamente establecidos.

En esta sesión, orientada a dar continuidad a las dos anteriores, se quiere avanzar en la idea, ya anticipada, de profundizar en los nuevos modelos de vejez que se requieren. Y que tienen que dejar atrás otros más paternalistas e, incluso, infantilizadores. En los que no se reconoce que el envejecimiento, aún a pesar de sus pérdidas y limitaciones, puede ser también una parte de la vida que estimule el desarrollo personal. Y en la que las personas mayores puedan seguir siendo, si así lo deciden en su propia trayectoria vital, participar en la construcción de los bienes comunes, la solidaridad social y en aquellas iniciativas que se precisan para convivir en entornos donde no existan discriminaciones, ni regulaciones limitadoras. Para que no se desperdicien talentos ni actitudes, que facilitan tanto el bienestar individual de cada cual, como su participación ciudadana.